Incunable Jesuitico Guaraní “De la diferencia entre lo temporal y eterno” Padre Juan Eusebio Nieremberg SJ Loreto 1705

Por Diego Lo Tartaro

Durante el año 2009 siendo Presidente del Instituto Bonaerense de Numismática y Antigüedades propuse a los Miembros de Número que fuéramos cambiando ideas de cómo festejar el Bicentenario de la Revolución de Mayo.

Hecho histórico este que marca un antes y un después para el destino de estas tierras de América. Los acontecimientos que esta Revolución provoco, darían nacimiento a la creación y conformación de varias republicas que cambiarían el mapa político de Sudamérica.
Las propuestas fueron diferentes y variadas desde la acuñación de medallas conmemorativas a la reimpresión del libro que se había editado por el Centenario, ninguna de estas propuestas me pareció acorde con la fecha y el acontecimiento que se conmemoraba.
Así fue que recordando mi larga amistad con los dueños de la Librería L´Amateur, amistad que se había forjado a través del tiempo, durante amables y calidas visitas que les hacia, donde cambiábamos cometarios y conocimientos propios de la relación que se entabla entre el anticuario y el coleccionista, sobre los exquisitos, raros y únicos objetos que ellos tenían a la venta. Fue en panicular con el Sr. Don José Corradini, que ese extraño lazo del amor por el arte, la historia y la profunda curiosidad de saber siempre más, fue la que nos unió y nos llevo a la amistad. Don José siempre que la oportunidad se ofrecía hacia referencia al ejemplar del libro del Padre Juan Eusebio Nieremberg SJ “De la Diferencia entre lo Temporal y Eterno” editado en las Misiones Jesuíticas del pueblo de Loreto en el año 1705, y traducido al guaraní por el Padre Joseph Serrano SJ que el había adquirido en Europa y que era uno de los dos únicos ejemplares completos conocidos en el mundo.
Estos recuerdos y esas charlas guardadas en mi memoria despertaron un deseo largamente demorado, el de reeditar en forma facsimilar dicho libro, que hace a los orígenes de la imprenta en esta parte de América como así también a nuestros orígenes idiomáticos y consecuentemente culturales.
Por ello interprete y así lo expuse en el Instituto que era acertado y oportuno la reedición del Nieremberg, del mismo parecer fueron varios de mis colegas entre ellos el Dr. Arturo Villagra quien de inmediato acepto la idea con entusiasmo. Este apoyo fue muy significativo para lograr lo propuesto. Por otra
parte nuestro Instituto es la institución cultural más antigua de la Argentina, ello potenciaría su importancia y trascendencia.
Brevemente historiaré a nuestro Instituto: Trascurrían los años correspondientes a las décadas de 1820 y 1830, la Argentina inmersa en la guerra civil, se debatía entre la anarquía y los caudillos, hasta que finalmente como lógica consecuencia aparece la dictadura corporizada en la figura y el gobierno de
Don Juan Manuel de Rosas.
Todo gobierno de fuerza temeroso de la intelectualidad, la censura y amordaza, sin embargo nunca puede extinguirla y una tenue luz de vida y esperanza inspirada en los ideales de mayo se corporiza en un grupo de jóvenes intelectuales en la llamada Generación de Mayo, sus figuras son: Estéban Echeverría
Miguel Cané, Juan Bautista Alberdi, Vicente Fidel López y tantos otros que aun desde el exilio luchaban por un país libre integrado y pujante, solo basta mencionar a Sarmiento, Mitre y Tejedor.

Finalmente el amanecer de la libertad se hace realidad con Caseros, las ansias por la cultura y el saber se manifiestan en diferentes fundaciones, asociaciones o institutos en el que estudiosos, publicistas, historiadores, numismáticos, publicistas, se van agrupando Se multiplican las reuniones de destacados estudiosos como Alejandro Rosa, Ángel Justiniano Carnaza, José Marco del Pont, el joven Ernesto Quesada, Enrique Peña, Francisco Pascasio Moreno los que finalmente son convocados por el Dr. Aurelio Prado y Rojas un destacado y joven abogado, de sólida preparación y poseedor de una de las más importantes colección de numismática.
Así llegamos al 16 de junio de 1872 cuando secundado por los arriba nombrados a quienes se suman entre otros Bartolomé Mitre, Juan Alsina, Miguel Salas y Luís Fontana, se funda el Instituto Bonaerense de Numismática y Antigüedades.
Demás esta decir que diversas fueron las personalidades que integraron nuestro Instituto, innumerables son las conferencias, exposiciones y publicaciones que hemos hecho a lo largo de más de un siglo, somos una de las entidades que más medallas acuño en el país. Promovimos y tuve a mi cargo la dirección ejecutiva “ad honorem” de la erección del Cenotafio en homenaje a los Caídos en la guerra de las Islas Malvinas y el Atlántico Sur de 1982, en las barrancas de la Plaza San Martín, de Retiro, en la ciudad de Buenos Aires.
Por los hechos arriba expuestos, reitero resolvimos, que la forma mas idónea de rememorar el bicentenario de Mayo sería reeditar, en forma facsimilar, el “incunable” rioplatense “ De la Diferencia entre lo temporal y eterno” escrito por el Padre Juan Eusebio Nieremberg de la Compañía de Jesús, traducido al guaraní por el Padre Joseph Serrano de la misma Compañía e impreso en la imprenta instalada en el pueblo de Loreto de las reducciones jesuíticas en 1705. El famoso libro del Padre Nieremberg había tenido su primera edición en Madrid en 1640 y múltiples reediciones con traducciones al latín, al alemán, al italiano, al inglés y aun al árabe.
Si bien con anterioridad a este libro los jesuitas bajo la dirección del Padre español Joseph Serrano SJ como traductor, y el Padre austriaco Juan Bautista Neumann SJ como tipógrafo, editan en 1700 “El Martirologio Romano” del que no se conserva ningún ejemplar completo, si se sabe que esta edición fue muy defectuosa y tuvo graves fallas. Se encontraron en 1993, en Concepción, una de la Misiones Jesuíticas de Chiquitos en el Departamento de Santa Cruz en Bolivia, 138 páginas de las 340 que se estima constituían el texto completo. Esto en principio haría suponer que el libro se terminó, pero no existe ninguna constancia documental de que así sea.
El segundo libro editado por los jesuitas, fue el “ Flos Sanctorum o Vida de los Santos “, del Padre Pedro de
Rivadeneira, del que tampoco se conoce ningún ejemplar y al igual que el anterior tuvo serias deficiencias. Existen fundadas dudas en cuanto a su terminación. Estos datos iniciales se conocen por los testimonios de los Padres Antonio Sepp en 1701 y de Miguel Streicher en 1725.
Con motivo de la expulsión de los jesuitas en 1767 resuelta por Carlos III, en los inventarios de sus bibliotecas aparecen menciones a estos dos primeros libros. Pero reitero, no existe ningún ejemplar completo conocido de ellos y por lo arriba expuesto es que el libro del Padre Nieremberg se lo puede
considerar el primer incunable rioplatense que se conserva en la actualidad.
Nuestro libro, fue impreso, como decíamos, en el año 1705 en la misión jesuítica de Loreto. Con respecto a otras ediciones europeas, se destaca por la cantidad de grabados incluidos. Estos fueron realizados enteramente en las reducciones.
Uno de ellos trae la firma de Joan Yapari, conocido grabador guaraní. El libro tomado como modelo para la edición de las reducciones, fue la edición en español hecha en Amberes en 1684 por el impresor GerónymoVerdussen. Esta edición está ilustrada con una anteportada y once grabados de Gaspar Bouttats. (edición digitalizada que adjuntamos en un CD al libro).
Dicha digitalización nos la facilito la Directora de la Biblioteca Nacional del Maestro, de Buenos Aires, Lic Graciela Perrone del ejemplar existente en dicha biblioteca Nº catalogo 19890 y realizada por el filólogo Martín Paz. Debemos destacar que hoy es el único ejemplar conocido en la Argentina. Leopoldo
Lugones siendo Director de la citada Biblioteca lo adquiere en Londres en el año 1922, por 750 Libras esterlinas equivalente a $3.000.-m/n de aquel entonces, Nº exp. 16.715. Existen otros ejemplares en la Biblioteca Nacional de Chile, la Universidad de Maastricht Holanda, en la Cambridge University de Gran Bretaña y en la Bibliotheque de Lyon en Francia.
Es muy importante resaltar que con excepción del papel que es genovés, el resto de los elementos utilizados: tipos, tinta y prensa, fueron hechos en las misiones, motivo este que la transforma en la primera imprenta de origen americano. Con respecto al papel genovés debemos destacar que los jesuitas lo traían para ser utilizado para escribir y no para imprimir ya que el mismo era muy fino, por dicha razón la impresión se trasluce, a la cara opuesta de cada hoja.
No debemos olvidar que la primera imprenta que llego a América fue a instancias de fray Juan Zumarraga, que funciono en México, y que instalo Juan Pablos natural de Brescia Italia.
En cuanto a la misma no se tiene noticias de la fecha precisa de su llegada e instalación pero se estima fue alrededor de 1542 y 1543, por otra parte se desconoce cual fue el primer libro impreso en el nuevo mundo, pero indudablemente la introducción de esta imprenta es un hito fundamental que definiría rumbo de la conquista y evangelización en América.
Durante muchos años por diversos motivos, personalmente me atrajeron e interesaron los secretos que
guardaba el libro del Padre Nieremberg, editado en Loreto en 1705, esta inquietud reitero me la fue inculcando Don José Corradini uno de los dueños de la Librería L´Amateur de Buenos Aires, hoy lamentablemente desaparecida. Siempre que visitaba la librería de una u otra forma me mencionaba el Nieremberg, y recordaba como había adquirido el segundo ejemplar conocido, que conjuntamente con el guardado en el Museo de Lujan en la Provincia de Buenos Aires son los únicos conocidos existentes en el mundo.
Don José Corradini conjuntamente con su compatriota italiano Don Pedro Mozzarelli fundan durante la década de 1920, primero La Librería del Estudiante, luego la que fuera legendaria Librería L´Amateur y digo legendaria no solo por el lujo y suntuosidad de sus instalaciones sino también por lo exquisito y
único del material que ofrecían ya fueran libros, documentos, códices, litografías originales, viajeros, mapas, grabados, cuadros, wacos y todo aquello que nos atrae y colma de satisfacción a los bibliófilos y coleccionistas, Es de resaltar que hoy los catálogos de L¨Amateur son buscados por los coleccionista y son de consulta obligada de todo anticuario.

Debería destacar que publicaciones inhallables en su versión príncipe como el Vidal, Bacle, Pellegrini, Morel, Palliere, Ibarra, D¨Hastrel, eran material corriente en L´Amateur.
Pero retrotraigámonos a los años 1938 y 1939, Don José Corradini se encontraba en Europa más precisamente en Paris como habitualmente lo hacia ya que compraba para traer a Buenos Aires y de estas tierras llevaba para Europa. Ya rendidas Polonia, Bélgica y Holanda, cae Francia y Paris es ocupada por los ejércitos de Hitler. Corradini había adquirido el Nieremberg antes del inicio de la guerra, trata de volver a Buenos Aires pero por su condición de italiano los alemanes le niegan el visado, solo lo podía hacer hacia Italia, pero ocurría que el en la década del veinte había emigrado de Italia por razones políticas, se oponía a Mussolini. Su situación era muy comprometida en el Paris ocupado, temía ser detenido, permanece más de un año y medio hasta poder retornar a Buenos Aires. Durante todo ese tiempo deambula por Paris de un lado a otro, pero con la particularidad de que nunca se separo del Nieremberg, sabia muy bien cuanto valía.
De este ejemplar, recién se tiene noticias por primera vez por el catalogo Nº 546 de la librería Maggs Bros de Londres en el año 1930, lote N° 173 con un precio de venta de 750 libras esterlinas. En el mismo se consigna que tiene 43 grabados pero no se hace mención al número de páginas que conforman el libro.
También dice “una de dos copias conocidas”. Algunos autores afirman que luego aparece en una subasta en Sotheby´s en 1948, esto es falso ya que en 1939, en Paris como antes expresara lo adquiere Don José Corradini, quien finalmente en 1979 se lo vende en Buenos Aires, a quien creemos que es aun su actual
poseedor, a pesar de que algunas versiones indican que fue vendido a los EE.UU.
El Padre Furlong en un trabajo inédito escrito en diciembre 1958, y que luego de transcurridos 5 años de su fallecimiento, es publicado en el Catalogo de la Librería L’ Amateur “Biblioteca Jesuítica” N° 41 de abril 1979, en el que se ofrece a la venta este ejemplar lote N° 150, decía “…que este ejemplar fue adquirido en España en 1777 por el Reverendo R.D Waddilove quien a su regreso a Inglaterra se lo llevo consigo….uno de los nietos posteriormente se lo regala al Obispo de Brechein , en 1872 en Escocia. A. H. Oxley nos ofrece estas noticias el 5 de octubre de 1872 y las consigna en una hoja que se halla al frente del valioso tomo”.
Es de hacer notar que en la descripción del libro el Catalogo de L’ Amateur dice que contiene 438 paginas, 43 laminas y 67 viñetas. Sin embargo el ejemplar existente en el Museo de Lujan Provincia de Buenos Aires, con el que nosotros trabajamos contiene 485 páginas, 42 grabados y 69 viñetas. Es evidente que cuando confeccionaron el catalogo se guiaron por los números que dio el Padre Furlong y que no cotejaron con el ejemplar que ellos sacaban a la venta, ya que de lo contrario hubieran advertido el error y lo habrían enmendado. Sin embargo de ser correctos los datos consignados en el Catalogo de L’ Amateur estaríamos hablando de otro libro, o de lo contrario, a este le faltan 47 paginas, le sobra 1 grabado y le faltan 2 viñetas.
Estos datos que más adelante explicitaremos nos estarían dando la evidencia que nos llevan a la intima convicción que estamos ante dos libros diferentes o que a este ejemplar le faltan páginas. La única forma de llegar a la verdad será algún día cotejar ambos libros.
No debemos olvidar que al Padre Furlong lo unió una larga amistad con el amable, afectuoso y avezado anticuario que fue Don José Corradini, con el pasaba largas horas en la librería, estudiando los diferentes libros y documentos que Don José desinteresadamente, ponía a su disposición, por ello tuvo acceso
también a este ejemplar.
Además en este mismo Catalogo, con el número de lote 151 se ofrece la edición de Amberes de 1684, en el mismo se consiga: anteportada y 11 grabados, ejemplar que por la información que poseemos hace ya varios años habría salido de la Argentina. Es importante señalar que Don José Corradini en 1944 pensó en reeditarlo con la colaboración financiera del industrial y mecenas de origen alemán Don Ricardo Staudt, pero el deceso de este último frustro la iniciativa El otro ejemplar cuyo origen es indubitable y por los elementos que hemos podido adjuntar podría ser tal vez, el único ejemplar completo existente, se encuentra en el Museo de Lujan, (cuya digitalización publicamos) este ejemplar integro la colección de Pedro De Angelis, que antes había pertenecido a la librería de los jesuitas en Paraguay. De Angelis hombre este de múltiples inclinaciones intelectuales, conoce en Europa a Bernardino Rivadavia quien lo invita a venir a Buenos Aires.
En estas tierras, su pluma se pone al servicio de los gobernantes de turno, hasta que finalmente con Juan Manuel de Rosas como Gobernador, se transforma en su publicista. Caído Rosas pierde sus empleos, su situación económica-financiera se torna muy difícil y por ello decide vender su colección de libros y documentos al Emperador del Brasil Don Pedro II. En Río de Janeiro se encuentra con que el Emperador hace una selección de los mismos y desecha el resto. De vuelta a Buenos Aires, en su paso por Montevideo, trata de vender el resto de su colección en esa ciudad, pero su objetivo se ve frustrado ya que el resultado
tiene una suerte desigual.
El libro del Padre Nierembreg, De Angelis no quiso venderlo ni en Brasil, ni en Montevideo, pues sabia de su rareza, ya que en aquel entonces era el único ejemplar que se conocía de los no más de 80 ejemplares como se estima que originalmente se habrían editado ya que lo común eran 40 o 50 ejemplares Debemos destacar que De Angelis recién en 1853 con motivo de la publicación de un apéndice del Catalogo de su Biblioteca lo da a conocer por primera vez.
Ya en Buenos Aires su estrechez económica se hace mas seria, esto motiva que resuelva su venta en 1856, para ello se lo entrega a Abel Ledoux dueño de la Librería La Victoria de la calle Perú N° 20, y lo adquiere el Sr. Rafael Manuel Trelles por 30 pesos oro, esto provoca el disgusto de Bartolomé Mitre ya que hacia tiempo que estaba deseoso por incorporarlo a su biblioteca y por un día pierde de comprarlo, Al fallecimiento de Rafael en 1880, lo hereda su hermano Ricardo, quien fallece en 1893.
En 1894 Mitre intenta comprarlo ofreciendo siete veces lo que había pagado Rafael Trelles, pero la operación no se concreta y finalmente lo adquiere el Sr Enrique Peña, que a su muerte acaecida en 1924, pasa a su hija Elisa, quien 1954 lo dona al Museo de Lujan.
El libro por nosotros reimpreso esta conformado de 1 Portada en español, 472 páginas en guaraní divididas en V Libros, 12 páginas en español que hacen un total de páginas escritas 485, 42 grabados, 3 páginas en blanco y la totalidad de los grabados sin numeración detrás. La numeración de las paginas en los diferentes libros en algunos casos esta alterada o invertida. Las viñetas suman 69.
Con respecto a los grabados, es evidente que los jesuitas y los artesanos guaraníes tuvieron a la vista varias series de grabados de diferentes autores de libros europeos ilustrados, de los cuales seleccionaron los más convenientes. La numeración de cada grabado esta hecha a mano, el número de cada uno de
ellos corresponde a la pagina anterior, esto explica porque estando todos en pagina impar tienen número par, 6 están sin numerar, algunos números se repiten ya que corresponden a diferentes libros. También debemos destacar que no todos los grabados tienen el mismo tamaño que las paginas escritas sino
que en algunos casos son un poco menores. Evidentemente todo esto nos provoca, una serie de interrogantes que sin duda merecen un estudio más profundo y técnico.
Vale explicitar que nosotros para realizar esta edición tuvimos el ejemplar del Museo de Lujan a la vista y pagina por pagina fuimos fielmente compaginando esta reedición, trabajamos durante muchos días y largas horas de estudio, investigación y análisis conjuntamente con el Miembro de Número Don Arturo Villagra y Eduardo Zotta técnico gráfico del Instituto Salesiano de Artes Graficas, en el Museo de Lujan.
Labor que pudimos realizar gracias a la colaboración y buena disposición de la Jefa del Archivo y Biblioteca la Museóloga Susana Rossi y la Asesora Histórica la Museóloga Mariana Luchetti. Resumiendo esta edición personalmente nos insumió un año y medio de constate trabajo, pero su resultado y la satisfacción que nos dio bien valió el esfuerzo realizado.
Debemos ponderar el perfecto estado de conservación en que se encuentra este ejemplar, considerando los trescientos años que tiene el mismo, con las consiguientes manchas de humedad y oxido de la tinta, propias del transcurso del tiempo, como así también los defectos y fallas lógicas de la inexperiencia
de sus impresores. Aquí corresponde hacer una aclaración: cuando Enrique Peña lo hizo reencuadernar en Paris, lamentablemente el encuadernador en primer termino lavo las paginas esto si bien dio una limpieza a las mismas, por otra parte debilito el negro, tanto del texto como de los grabados, además guillotino el libro con el fin de emparejar las paginas y así poder dorar el canto, para ello corto en algunas paginas el texto y en otras la numeración. Esta deplorable mutilación desmerece la calidad de este “incunable”.
Asi mismo debemos precisar que numerosas hojas aparecen cortadas en la parte correspondiente al lomo, pero ello se debe a la dificultad que existió al momento de digitalizar el libro, ya que de abrir más el mismo para una mejor digitalización de algunas hojas junto al lomo, se corría el riesgo de romper el cosido de lo cuadernillos, ya de por si muy débiles debido al transcurso del tiempo y consecuentemente dañar el libro. Por ello en su momento se opto por sacrificar en algunos casos la calidad de la reproducción a favor de preservar el estado del libro. Esto sumado a las observaciones anteriores dificulta su lectura También corresponde indicar que en un primer momento nuestra intención fue la de imprimir este libro en papel ahuesado de 90 gramos con el fin de asemejarlo al papel antiguo, pero desgraciadamente este propósito se frustro y no pudimos concretarlo dado a que la impresión por la tonalidad del papel nos daba imágenes muy obscuras, luego de numerosas pruebas se decidió que se mejoraría la calidad visual si se lo imprimía con papel ilustración mate de 120 gramos y así se resolvió.
Dos detalles que no debemos de dejar de considerar si bien parecieran colaterales, resultaron de suma importancia al momento de la edición de este libro, y ellos fueron, en primer término que por diversas razones técnicas el presupuesto inicial se incremento y los fondos que teníamos asignados nos limitaron,
el otro hecho que teníamos una fecha limite para la entrega del libro a las Bolsas.
Es necesario señalar en primer lugar, que el ejemplar impreso en las misiones jesuíticas de 1705 esta escrito en un guaraní arcaico que hoy es de muy difícil comprensión. En segundo lugar, que la edición de Amberes de 1684 escrito en español, que el Padre Serrano tomo para traducir al guaraní, tampoco es el español que hoy utilizamos.
Aquí corresponde advertir y destacar la capacidad y el conocimiento que tenia el Padre Serrano como filólogo, al traducir del español al guaraní conceptos abstractos que atañen al espíritu, el alma y lo divino, para hacerlos comprensibles a los pueblos guaraníes.
La edición a la que hacemos referencia contiene los dos ejemplares, uno impreso y el otro digitalizado, esto nos permitirá cotejar ambos textos, que son contemporáneos y consecuentemente hacer un estudio más acabado y ajustado del guaraní original. También podremos comparar los grabados y ello nos permitirá determinar cuales se copiaron en forma idéntica, cuales fueron modificados y cuales fueron inspiración de los grabadores guaraníes.
Debemos resaltar que por la calidad de su impresión, todos los conocedores entienden y coinciden que recién en 1880 se la pudo superar. Por ello debemos ponderar el esfuerzo que significo lograr tal grado de excelencia considerando lo alejado que las reducciones se encontraban de los centros culturales
De este libro, que es el primer “incunable” rioplatense, solo quedan conocidos dos ejemplares completos y solo páginas sueltas en la Biblioteca de la Compañía de Jesús en Roma que no llegan a las 100 paginas y en la Biblioteca-Archivo en Asunción Paraguay 46 paginas.
Cabria hacer un pequeño paréntesis para dejar bien explicitado como están conformados el libro de Lujan y el ejemplar Corradini: Aquí surgen algunas dudas que nosotros hemos tratado de esclarecer y nos referimos al numero real de paginas , grabados y viñetas; ya que el Padre Furlong afirma que son 438 las paginas, aparentemente no cuenta 1 portada y los 43 grabados como asevera que contiene, que sumados, arrojan un total de 482 paginas.
Nosotros comprobamos 485 páginas y 42 grabados, que hacen un total de 527 páginas. En cuanto a las viñetas, el Padre Furlong en sus escritos se contradice ya que en algunos casos habla de 67 y en otros de 77. Nosotros constatamos que el número real es de 69. Por ultimo en cuanto a los grabados que reitero el dice que son 43, nosotros constatamos 42. Cabria hacer un pequeño paréntesis para dejar bien explicitado como esta conformado el libro de Lujan y los renglones de Furlong:

Esto nos da un total de 1 Portada 472 páginas en guaraní, 12 páginas en español que hacen un total de páginas escritas 485, 42 grabados, 3 páginas en blanco y la totalidad de los grabados sin numeración detrás. La numeración de las paginas en los diferentes libros en algunos casos esta alterada o invertida.
Las viñetas suman 69. Pero si tomamos en cuenta las diferencias de renglones nos encontramos que a Furlong le faltan 499 renglones que a un promedio de 41 renglones como son las paginas del libro por Furlong constatado nos da 12,17 columnas que por dos por pagina nos da 6,08 paginas de más en el texto del ejemplar de Lujan.
Es evidente que el Padre Furlong esta equivocado en cuanto a los grabados ya que el dice que el ejemplar que tuvo a la vista es el de Elisa Peña, pero evidentemente con el cual no trabajo. Lo cierto es que para sus trabajos tuvo como referente el ejemplar de Corradini. Ello explicaría las diferencias que surgen con nuestras afirmaciones.
Vale explicitar que nosotros para realizar esta edición tuvimos el ejemplar de Lujan a la vista y pagina por pagina fuimos fielmente compaginando esta reedición. Por otra parte gracias a la colaboración del bibliófilo y librero Alberto Casares quien tiene en su colección la totalidad de las placas fotográficas
que tomo el Padre Furlong, comprobamos que las mismas son 42.
También el Padre Furlong afirma en su libro “Historia y Bibliografía de las Primeras Imprentas Rioplatenses “, en el Tomo I de l953, en la pagina 328 que: “Aunque la mayor parte de las laminas son reproducciones de las que en 1684 hizo Bouttats para la edición del libro de Nieremberg, impreso en Amberes, tenemos que advertir que a lo menos una tercera parte, son parcial o enteramente originales. Aun las que son copias, están de tal suerte ejecutadas que no cabe dudar de la destreza y habilidad de aquellos indígenas que en estas apartadas regiones del Nuevo Mundo emulaban a los artistas de Italia, de Alemania y de Holanda”. Pero el libro de Amberes reitero solo cuenta con 11 grabados por lo que desconocemos que elementos tomo el Padre Furlong para hacer esta afirmación.
En cuanto a los grabados, de esto se desprenden tres hipótesis:
Una primera: que al libro del Museo de Lujan cuando se lo reencuadernó en Paris, siendo su propietario Enrique Peña, le quitaron un grabado.
La segunda: que es la mas difundida y aceptable, que al ejemplar de Corradini le agregaron en Inglaterra un
grabado sin numerar, que es de “La Inmaculada Concepción”, que esta reproducida en “Historia General del Arte en la Argentina” de la Academia Nacional de Bellas Artes, Tomo II, pagina 104, año 1983. Esta ultima hipótesis estaría avalada por:
a) que dicho grabado seria de papel inglés, cuando la totalidad del libro como citáramos antes es de origen genovés.
b) en el ejemplar de Lujan no existe rastro alguno de sustracción por rasgado o cortes de paginas.
c) la factura de este grabado no es coincidente ni con los originales que contiene el ejemplar de Amberes de 1684, ni tampoco con los existentes en la edición jesuítica de 1705.
d) la colección de fotografías de los grabados tomadas por el Sr. Ricardo Staudt y actualmente en poder de un coleccionista privado, como así también las tomadas por el Padre Furlong y que integran hoy la Colección Casares y las que contiene el libro de Lujan, coinciden en que 42 son los grabados. Es decir, todas estas hipótesis son concordantes y darían certeza en cuanto al número de grabados originales.

Una tercera hipótesis, seria que el libro se encuaderno con grabados originales hechos por los grabadores guaraníes o copiados de grabados europeos, pero que también tal vez, hayan incluido grabados traídos de Europa con el fin de facilitar la catequización de los guaraníes, que luego ante la necesidad, algunos los hallan incorporado al libro. Esto podría explicar el porque de la diferencia en el tamaño de algunos de los grabados con el resto de las hojas del libro. Pero esto es algo que quizás siempre sea nada más que una hipótesis.
Aquí quisiéramos hacer un recordatorio al Padre Guillermo Furlong Cardiff SJ quien fuera un inquieto y constante investigador de nuestra historia, bibliófilo de nota, un avezado y profundo conocedor de este libro que hace ya muchos años atrás lo movió un igual propósito, la reimpresión facsimilar del Nieremberg, pero lamentablemente no lo pudo concretar, y hoy gracias a la suma de voluntades ese propósito se hace realidad Resulto dentro del ceno del Instituto la reedición facsimilar del Nieremberg, nuestro primer objetivo era lograr una copia digitalizada del libro, para ello tomamos contacto con el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Don Daniel Scioli, quien nos vincula con la Señora Marian Farias Gómez y por su
intermedio logramos que el Museo de Lujan nos entregue un CD con la reproducción digitalizada del mismo.
Con la digitalización ya en nuestro poder, salimos a buscar quien o quienes podrían financiar su impresión, ya que nuestro propósito en este caso no era su venta sino la entrega gratuita a Universidades, Bibliotecas, Museos y Centros de Estudios nacionales y extranjeros.
Es así que tomamos contacto con el Presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires Don Adelmo J.J. Gabbi, lo interesamos en su publicación y se compromete a financiar parte del libro. Acto seguido nos contactamos con el Presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario Ing. Cristian F. Amuchastegui,
quien acepta compartir el costo de impresión con la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, así se logra su financiamiento. Por otra parte, sabíamos que incrementaría la trascendencia de este hecho, que las dos Bolsas más importantes del país conjuntamente con el Instituto Cultural más antiguo de la Argentina, sumaran esfuerzos en algo tan caro a nuestros orígenes culturales y bibliográficos.
Por la importancia y trascendencia que adjudicábamos al libro entendimos que debía imprimirse en la mejor imprenta de Buenos Aires, que a nuestro entender era la del Instituto Salesiano de Artes Graficas, Imprenta Don Bosco, la decisión fue acertada, durante el año y medio que nos demoro la realización del libro tuvimos la permanente colaboración del Hermano Nelson, que siempre nos oriento con sus acertados consejos.
Pero se nos presentaba un problema de difícil solución, la Introducción del libro ya que se requería de un teólogo muy capacitado y estudioso de todo lo acontecido en las Misiones Jesuíticas y en particular del análisis y estudio de su texto.
Nuestro primer contacto fue con el entonces Cardenal Primado de la Argentina y Arzobispo de Buenos Aires, el Cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, hoy Sumo Pontífice Francisco.
En la primer entrevista me manifiesta su imposibilidad de asumir tal compromiso ya que sus múltiples actividades le iban a impedir hacer el trabajo como el consideraba que el Libro merecía, me indico que visitara a Monseñor Eugenio Guasta, a quien conocía de hacia muchos años, durante la cálida y amistosa
reunión que mantuvimos con Monseñor este me comenta la imposibilidad de asumir esa responsabilidad dado a que se encontraba en proceso de recuperación de un infarto, por ello consultó con el Cardenal y ambos llegan a la conclusión que la persona más idónea para llevar a cabo esta tarea era el Presbítero
Fernando Gil.
Es así que el Cardenal nos hace el contacto con el Presbítero Fernando Gil Vicedecano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina quien quitando tiempo a sus múltiples obligaciones, generosamente acepto hacer el trascendente y esmerado estudio, donde sintetiza la vida del Padre Nieremberg y hace un cuidadoso análisis de los grabados, que incorporamos al libro como Introducción. Hoy el Padre Gil es Miembro Correspondiente de nuestro Instituto.
Quiero destacar que el Cardenal siempre estuvo al tanto de la marcha de la edición del libro. Tal fue su interés en el mismo que asistió a su presentación en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Pues bien, por la importancia que este libro tiene para todos los bibliófilos de aquí y del mundo, por ser el primer “incunable” del Río de la Plata que se conserva, por ser el primer libro completo que se conoce proveniente de una imprenta hecha en América, por estar escrito en guaraní, por el singular hecho de
que solo quedan dos ejemplares, por la calidad de sus grabados e impresión, porque en él trabajaron impresores guaraníes dueños ancestrales de estas tierras, porque es una indubitable demostración del desarrollo cultural alcanzado por nuestros pueblos originarios, por ser a no dudarlo uno de los grandes
logros culturales de las reducciones jesuíticas en América. Por todo esto, entendemos, que la forma mas acabada de rendir homenaje a nuestras raíces culturales fue reeditando en forma facsimilar este libro.
Nunca dudamos que esta reedición facsimilar que reúne una serie de condiciones muy particulares y únicas, lo iban a convertir en un verdadero acontecimiento bibliográfico. Así resulto ya que hoy se encuentra en las más importantes bibliotecas del mundo. Por otra parte, el poder efectivizar este propósito resulto sin duda una contribución a preservar nuestra cultura y educar a nuestros ciudadanos en el conocimiento de nuestros orígenes.
Nosotros desde el Instituto Bonaerense de Numismática y Antigüedades siempre sostuvimos que la cultura da identidad a los pueblos y la educación hace al ciudadano, objetivos que justamente están plasmados en este libro para preservar nuestras raíces idiomáticas y proteger y difundir nuestra cultura
originaria.

DIEGO LO TÁRTARO PRESIDENTE DEL INSTITUTO BONAERENSE DE NUMISMATICA Y ANTIGUEDADES 2006-2011

Imagenes del libro

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