Fechas históricas: Sarmiento - Pavón y una carta

Por Diego Lo Tartaro

Este año se festejan los 200 años del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento, como así también los 150 años de la Batalla de Pavón, acaecida el 17 de septiembre de 1861.

Vale  recordar ambos acontecimientos por medio de una carta inédita de Sarmiento a su hijo Dominguito, en momentos en que era el auditor de guerra del ejercito comandado por Mitre.   Pues bien vamos a los acontecimientos y la carta.
          Desde 1852, después de Caseros, Buenos Aires se había separado del resto de las provincias, las que se encontraban unidas bajo el gobierno de la Confederación cuya capital era Paraná.    Sin  embrago  nueve años de desencuentros estaban próximos a su fin. Derqui Presidente de la Confederación, Mitre Gobernador de Buenos Aires., estaban confrontados.  A pesar de  la decisiva victoria militar de Urquiza frente a las tropas porteñas  en Cepeda, el triunfo   no fue  acompañado en  sus resultados   por las acciones políticas destinadas a consolidar este éxito militar.
          Esta situación de indefinición,  finalmente  desemboca en la  confrontación que se produce le 17 de septiembre de 1861, en el arroyo Pavón  tributario del Paraná, en la provincia de Santa Fe cerca del limite con Buenos Aires.          
          Urquiza esta al frente de 16.000 hombres y Mitre al mando de 15.400 hombres, si bien la batalla fue confusa ya que la caballería de la Confederación salio triunfante, la infantería de Buenos Aires quedo dueña del campo de batalla. Urquiza se retira del campo de batalla luego de los primeros choques y con sus divisiones de caballería se traslada hacia Entre Ríos.  Derqui lo hace hacia Córdoba y designa al Gobernador de San Luís  Juan Saa como comandante supremo y por sus merecimientos en  la acción Brigadier General.
          Mitre triunfante se dirige a San Nicolás y luego pasa a Rosario, a partir de ese momento queda como arbitro  de la situación y comienza la dura y difícil tarea de pacificar al país y lograr a través de la unidad nacional conformar la Nación.
          Es precisamente en este ejercito y lugar (Rosario) en el que se encuentra Sarmiento como auditor de guerra, según el nombramiento firmado por Mitre el 17 de noviembre de 1861.  
          La carta inédita de Sarmiento que hoy publicamos en la que hace referencia a los acontecimientos que se viven, esta datada en Rosario tres días después de su nombramiento y esta dirigida su hijo Dominguito.
          Sarmiento en 1848 había contraído  matrimonio con Benita Agustina Martínez Pastoriza, viuda del chileno Domingo Castro Calvo, con quien tuvo un hijo Domingo Fidel, quien  es adoptado por Sarmiento luego de fallecido Castro Calvo.  Sin embargo  muchos sostienen con fundadas dudas que era hijo de Sarmiento.  
          Sarmiento trato con cariño y cuidado a Dominguito a quien le dio su apellido y que tenía trece años al momento de recibir la carta que publicamos.
          Producida la guerra del Paraguay, Dominguito se enrolo en el ejercito,  el  22 de septiembre de 1866 se libra la batalla  de Curupaity en la que encuentra  la muerte, al igual que Francisco Paz hijo del vicepresidente Marcos Paz.
          En ese entonces Sarmiento se encontraba como embajador argentino en los Estados Unidos.   La noticia de la trágica muerte de su hijo, lo sume en un dolor y tristeza de la que no logro reponerse totalmente nunca.
          Este dolor lo acompaño el resto de su vida y la evocación del bienamado hijo lo llevo a escribir el libro “Vida de Dominguito”.
          Ahora veamos como todos estos hechos se vinculan en la carta que a continuación pasamos  a transcribir.

TRANSCRIPCION DE LA CARTA DE SARMIENTO.   


Rosario nov. 20 de 1861

Mi querido Dominguito

Acaso  no me alcance las cartas que espero por el Dolorcitas.
Parte esta tarde el 1° cuerpo de ejército para Cordova, bajo los mejores auspicios, pues aquella ciudad nos pertenece.   Olascoaga ha hecho una revolución.  Cuento con hacer mucho a favor de los pueblos.
Escribiré el diario de la campaña, que tememos que sea penosa por el calor y la sed ya que enemigos no encontraremos hasta habérnosla con Juan Saa.
Llenos de confianza en tus buenos propósitos, según me lo anuncias en tu carta, llevo el corazón aliviado de un gran peso.   Nunca menos ahora hubiera querido estar lejos de ti.   La época que atraviesas es un mal trozo de camino en la vida.  Por darse mucha prisa para ser persona o parecer hombre, los jóvenes de tu edad se pierden, arruinando su salud y su bolsillo y disipando el tiempo.  Son plantas que se florecen en el almacigo sin dar nunca fruto, o se marchitan e inutilizan por exceso de vida.
Cuídate de caer en tales extravíos.  Vivimos una época en que es preciso ser hombres desde la infancia, por el estudio de su tiempo y la preparación para mejores días.   Tu amigo Alsina es un modelo de tino.  A Francisco no le daña la campaña porque cortando piernas avanza en su carrera.  Bernardo esta conmigo.  Fuensalida  me acompaña.
Escríbeme bajo cubierta del Gral Mitre.  Te manda su bendición tu padre
                                                                                                                   Sarmiento

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